Arribo de nuevo carro portaescalas: Un día que nunca olvidaremos.

La noche del jueves 24 partían hacia el litoral central los primeros grupos de Voluntarios ansiosos por ir al puerto de San Antonio para ver desembarcar el nuevo carro portaescalas Crimson-Fire, el cual venía junto a los nuevos carros para la 6a Cia. de Ñuñoa y 17a Cia. de Santiago. Habíamos esperado el último año contando cada día que quedaba.

Un grupo de voluntarios pasó la noche en el Yeco visitando a nuestro Voluntario Honorario Héctor Moncada, quién se radicó en aquel bello sector. El segundo grupo de bomberos pernoctó en Las Cruces en la casa de uno de nuestros Voluntarios. Bajo un hermoso cielo estrellado, se vivió una noche de camaradería mientras seguíamos atentos cualquier novedad que reportara el barco que transportaba la unidad.

Durante la mañana se observaba una mancha blanca en el mar, era el barco CSAV Río Blanco lo cual aumentó considerablemente la ansiedad y nos hizo partir a raudamente a puerto para mantener contacto visual. Así partimos a San Antonio haciendo detenciones en Compañías de Bomberos del litoral central como Algarrobo, El Quisco, San Antonio, etc.

    

La espera en San Antonio se hacía interminable, mientras desde Santiago salían más bomberos hacia el puerto, llamando reiteradamente para saber de la situación. Luego del tradicional paseo en la costanera y lugares típicos de San Antonio había que comer y esperar. Mientras buscábamos un restaurante uno de nuestros Voluntarios que miraba incansablemente la plataforma de descarga del barco indica «estoy seguro haber visto que bajaron los carros». Para nuestra sorpresa y de los representantes de Crimson Fire, era así, los carros habían sido descargados antes de lo previsto.

Encabezados por nuestro Capitán, una delegación de oficiales hizo ingreso al puerto para ver e inspeccionar el carro. Ahí se encontraban los nuevos portaescalas Q-2 y Q-6 para el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa y el carro bomba con boomer B-17 del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Mientras tanto afuera del puerto ya esperaban cerca de 30 segundinos de todas las generaciones, para algunos era el primer carro que recibían en su trayectoria bomberil.

        

 

Por radio nos comunicabamos indicando el tiempo estimado de salida del puerto, mientras finalizaba la inspección de aduana. 1 Hora, 30 Minutos, 5 Minutos….atentos vamos saliendo. Al sonido del claxon y la federal, se vieron aproximar los carros y se desató la algarabía entre cada uno de los presentes. El sueño era realidad.

      

Se iniciaba una interminable caravana hacia Santiago, junto a nuestros cófrades de la «Bomba La Reina» y de la «Bomba Los Cerrillos» que con similar alegría recepcionaban las nuevas unidades. Los más afortunados pudieron tripular la cabina y ser parte del primer viaje del carro en tierras chilenas. Interminables saludos por redes sociales eran una antesala de lo que vendría al llegar a Santiago.

      

En Santiago pasamos a dejar el nuevo B-17 a su cuartel, para luego dirigirnos al Estadio Nacional en donde nos esperaba el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa encabezado por su Superintendente y Comandante. Nos brindaron una recepción espectacular, la cual quedará en los anales de nuestro Cuerpo de Bomberos. Más de 10 carros con sus balizas y sirenas, un puente de escalas, múltiples pitones tirando agua, y lo más importante nuestros compañeros bomberiles de diferentes compañías, hicieron de ese un momento muy emocionante en el cual se derramó más de una lágrima.

    

Luego el carro partió rumbo a su casa, nuestro cuartel, escoltado por nuestro actual carro Q-2, en donde nos esperaba gran parte de la familia segundina encabezados por nuestro Director. En ese lugar cada segundino conoció el carro, subiéndose a la cabina, fotografiándose, etc. Mucha felicidad reinaba en el ambiente. El clásico grito de «Hachas y Escalas» fue coreado más de una vez, sumado a abrazos, bocinazos, etc.

     

 

Finalmente el carro fue guardado en la sála de máquinas, cual «prueba de fuego» para ver si los cálculos de dimensiones no habían fallado. Al cerrar los portones celebramos «El carro ya está en casa». Un asado de camaradería permitió compartir las emociones y experiencias vividas, así como combatir el hambre, ya que entre tanta celebración hasta comer algunos habían olvidado.

     

Ahora restan cerca de 60 días en que el carro estará finalizando los trámites legales para su puesta en servicio, aparcado en un taller privado. Desde este sitio agradecemos a quienes nos han apoyado en este largo proceso y nos acompañaron en este día que nunca olvidaremos.

Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa

Hacha, Escala y Salvamento

«La Vida por la Humanidad»

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