Hay momentos en la vida que parecieran estar escritos con bastante anterioridad, uno sabe que tarde o temprano llegará. Así también muchas veces en el mundo bomberil completar los ciclos y los procesos es tarea de generaciones y del esfuerzo mancomunado de cientos de voluntarios.
De este modo el sábado 21 de abril fuimos testigo como la 2a Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa se despedía del destacado carro Portaescalas Q-2 «Silvio Guerrero M.-Jorge Batiste A.» Renault PG60 con 28 años de servicio, un ícono para el bomberismo y un zapador de más de 15.000 emergencias; y a la vez entraba en servicio su esperado y merecido reemplazo, la unidad de Escalas y Salvamento Q-2, un carro Portaescalas Crimson-Fire del año con la más moderna tecnología para la seguridad personal y las operaciones en incendios y salvamentos.
A las 21.30Hrs la Compañía en pleno rendía los honores protocolares a las autoridades bomberiles y luego a nuestros 4 mártires, bajo 4 campanazos que significan «Presentes». Luego sonaron los pitos y timbres de emergencia, se trataba de un despacho para nuestro ex-carro Portaescalas, el despacho de despedida. Mientras el carro asomaba su reluciente frontis, un relator daba cuenta de los servicios prestados por este carro. Fue ahí cuando nuestro Capitán y los 2 Maquinistas retiraron los gallardetes y su número «2», cual guerrero cuando parte a tomar descanso.
Luego, para sorpresa de Voluntarios e invitados aparece el mítico carro «Meche» que prestaba servicios desde 1957 en nuestra Compañía, pero que en 2004 se marchó a Linares. Este emblemático carro venía con su antigua sirena y con un bombero de la época a buscar a su compañero zapador que se retiraba del servicio Ñuñoino. Así ambos hermanos partieron despedidos por aplausos de la multitud, en un viaje que no se agota en los kilómetros recorridos sino en cada experiencia vivida.
Finalmente, luego de más de 4 años de trabajo destacados por el discurso de nuestro Director, apareció con sus impresionantes luces, el nuevo carro Portaescalas Q-2 listo y dispuesto con todo su equipamiento para entrar al servicio bomberil. Es así como fue bautizado por sus 4 madrinas bajo los nombres «Silvio Guerrero M. – Jorge Batiste A.» en memoria de nuestros mártires. Luego fue embestido con los gallardetes y el número 2, para entrar a la historia como el 5° Portaescalas de nuestra Compañía.
La jornada finalizó con una histórica postal entre los 3 Portaescalas aparcados en nuestro cuartel. 3 Generaciones de portaescalas y muchas generaciones de bomberos y desarrollo teórico y técnico. La familia segundina.
«Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años»
Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa
Hacha, Escala y Salvamento
«La Vida por la Humanidad»
Fotografías: Gentileza Firephoto Chile
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