Brigada Juvenil: Caminando hacia el cincuentenario

Escudo Brigada JuvenilFue un sábado. Un 2 de agosto. El año 1969. La Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa, “La Vida por la Humanidad”, gestaba una criatura institucional que crecería y serviría a la causa bomberil, dando frutos incalculables y necesarios.

Ese día, hace 47 años, nacía la Brigada Juvenil de la Segunda de Ñuñoa. Precisamente, desde su nacimiento, su lema sería “Crecer y Servir”.

Jorge Batiste

Recogiendo el ejemplo más noble de los bomberos, el más dramático y definitorio, los segundinos decidieron que la Brigada debía llevar el nombre de uno de sus Mártires, de uno de los que dio la vida por la Humanidad. Jorge Batiste Aleu se llamó, desde el principio y para siempre, la Brigada Juvenil segundina.

Son casi cinco décadas de funcionamiento ininterrumpido de esta entidad juvenil bomberil, ya de por sí un gran mérito. De acuerdo a las estadísticas históricas, más de 500 muchachos han pasado por sus filas, adiestrándose en el manejo de las escalas (especialidad madre de la Segunda Compañía), conociendo las técnicas bomberiles, aprendiendo el uso de herramientas de rescate, conociendo de la historia y los valores, asimilando tradiciones ya no solo de la Compañía, sino de la misma Brigada que ya tiene muchos años de vida.
El objetivo supremo que se plantearon Oficiales y Voluntarios en 1969 está cumplido. Que la Brigada Juvenil fuese y sea, un semillero de bomberos segundinos. Un cálculo aproximado indica que a lo menos un centenar de segundinos provinieron de la Brigada. Un ejemplo actual de que la Brigada es generadora de bomberos con altas capacidades y entrega, es que el actual Comandante del Cuerpo de Bomberos de Ñuños, Esteban Gascón, fue brigadier, al igual que el actual Director de la Compañía, Bruno Aliste, el Capitán, Omar Sánchez y prácticamente toda la oficialidad de la Compañía. Cada año, un importante porcentaje de integrantes de la Compañía, provienen de la Brigada.

La historia se construye de episodios inevitables en el recuento. Hay que decir que en un primer análisis hecho en sesiones de Compañía en 1968 y 1969, dio como resultado que no se aprobara la creación de la Brigada, con argumentos de reticencias, preocupaciones y criterios que apuntaban en lo ineficaz de tenerla. Finalmente, ya avanzado el último año de la década de los sesenta, y con argumentos bien estudiados y sólidos, la mayoría de la Segunda Compañía aprobó la creación de la entidad juvenil, compuesta inicialmente por una decena de muchachos. En un principio se pensó que ingresaran hijos, sobrinos, nietos, de los Voluntarios; rápidamente se abrió a jóvenes del barrio.

Vino la necesidad de dotar de uniforme y Cuartel. Allí surgieron esas cotonas de una goma especial, los botones amarrados con alambre, los cascos, y lo demás eran pantalones de trabajo -generalmente los “blue jeans” azules-, bototos, y las inolvidables toallas blancas. La Compañía adquirió para su Brigada Juvenil un estandarte que se llevó con honor y pulcritud. A poco andar, una humilde pero práctica casita en el Patio Español de la Compañía, se convirtió en el acogedor Cuartel de la Brigada, con sus casilleros, bancas, mesa, cuadros, donde se efectuaban sesiones, Juntas de Oficiales, Consejos de Disciplina. Pero también en ese espacio se vivieron anécdotas que permanecen en secreto; y enormes alegrías.

En esos años de finales de los sesenta e inicios de los setenta, la Brigada llegó a tener entre 30 y 40 brigadieres. Los ejercicios de escalas eran todos los sábados o todos los domingos, cuando no sesiones o academias. Se compartía con los Voluntarios en el Cuartel, jugando ping pong, pool, o viendo televisión en el Casino. Los brigadieres corrían a los Incendios y aunque no podían trabajar en ellos, siempre buscaban la manera de ayudar a los Voluntarios, buscando agua, ordenando y limpiando el Carro Portaescalas. Más de alguna vez, llegaron a “parar escalas” en un siniestro o colaborar en la “armada” de iluminación.

Eran tiempos de aprender habilidades en escalas, trabajando a seis metros, armando “puentes”, “pirámides” y hasta la “A”, en ejercicios que incluso se desarrollaban en casas desocupadas. Muchas veces los mejores “subidores” de la Brigada, le ganaban a los mejores “subidores” de la Compañía.

 

Jorge Dzazopulos

 

 

Un momento de enorme tristeza y que significó la maduración de muchos brigadieres segundinos, fue la trágica muerte del Mártir Jorge Dzazópulos Elgueta, al cual muchos conocieron y con el cual compartieron. El día de su funeral formó la Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu” para darle la despedida al Voluntario Mártir.

 

Es significativo recordar episodios que van más allá de lo anecdótico, como que el Voluntario Honorario, Manuel Oyanedel, que creó el lema de la Compañía, también fuese el que creó el lema de la Brigada. También recordar cómo fue armándose el Reglamento que guía el accionar de los brigadieres, en armonía con su Compañía. Fue hermoso cuando por primera vez, ya por ahí de 1971, 1972, ex brigadieres comenzaron a convertirse en Instructores Jefes de su Brigada, siendo Voluntarios. Qué ceremonia más hermosa, más completa, más marcadora, la del joven brigadier que pasa el puente de escalas, subiendo desde un extremo habiendo dejando su cotona y casco de brigadier, para al otro lado recibir su “guerrera” roja y su casco de Bombero Voluntario. Es el paso más glorioso.

Así, cumplir 47 años no es solo cumplir con décadas de preparación, de ejercicios, de formación, de camaradería. Cumplir 47 años es ya tener historia, tener mística, tener tradiciones. Todo eso hace fuerte, dinámica y potente a la Brigada Juvenil segundina. Formación y tradición.

Parece increíble, pero ya va quedando poco para el cincuentenario, que será la marca mayor de este contingente juvenil. Medio siglo de una Brigada Juvenil. La madurez de una organización bomberil juvenil.

No queda más que los actuales y futuros brigadieres asimilen la técnica y la habilidad, pero también la historia y la tradición. La mejor forma de que la Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu” sea digna de su trayectoria y promisoria en su proyección.

Inspector, Hugo Guzman R. Ex brigadier, ex Instructor Jefe

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