Corría el año 1969, año de sueños, de esperanzas. La «onda hippie» estaba en su máximo apogeo y el hombre vibraba con la llegada a la Luna. En este año, una empresa no menor, pero sin duda con la misma importancia para los nuestros, se gestaba en el cuartel de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa. Aquí, un grupo de visionarios bomberos Segundinos, sentaba las bases de lo que posteriormente seria el semillero  de bomberos más importante  para la Segunda Compañía y en general para el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.

 

Fue así como el 2 de Agosto de 1969, se reunieron jóvenes y adultos, con el fin de firmar el acta de fundación de la Brigada Juvenil de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa. Se acordó que esta escuela de civismo, llevaría el nombre del Mártir más joven de nuestra Institución, Sr. Jorge Batiste Aleu, caído trágicamente en el incendio de Calle Madreselvas el 14 de Diciembre del año 1962.

El Voluntario Honorario Sr. Manuel Oyanedel, recordado creador del lema “La Vida por la Humanidad”, propone que la Brigada Juvenil, forme ante el lema “Crecer y Servir”. Es así que esta “escuela del Bombero Voluntario”, dependiente de manera administrativa y ejecutiva de la Segunda Compañía, da sus primeros pasos.

Hoy, en pleno siglo 21, podemos contar con mucha felicidad, que la Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu” lleva mas de 40 años de ininterrumpida actividad, entregando al Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, cientos de Voluntarios, Oficiales de Compañía y Oficiales Generales. Por nuestra Brigada han pasado futuros Capitanes, Comandantes, Directores y por sobre todo, Bomberos no solo de la Segunda Compañía, sino de otras Compañias del Cuerpo y del país. Aquí han dado sus primeros pasos como Bomberos cientos de Jóvenes que en la actualidad abrazan con orgullo el negro uniforme de trabajo.