La Guardia Nocturna “Luis Bernardín Orellana”, recibe su nombre del tercer mártir de la Compañía, quien dio su vida, por el compromiso voluntariamente adquirido, en un incendio en la calle Madreselvas esquina Macul, junto con sus dos camaradas de ideales Silvio Guerrero Mutinelli y Jorge Batiste Aleu en diciembre de 1962.

 

La dotación de guardia nocturna es fundamental para cualquier compañía, ya que representa la primera línea del combate de emergencias durante la noche y madrugada, cuando el tiempo de respuesta de los Voluntarios que se encuentran en sus domicilios es mayor para concurrir a emergencias. Aquellos voluntarios que noche a noche pernoctan en la guardia nocturna son en su mayoría jóvenes estudiantes y trabajadores, que desde su ingreso a la compañía se han destacado por su participación y constante capacitación a la que se someten.

 

Es también oportuno destacar la labor de aquellos Voluntarios Honorarios que hicieron de estas dependencias su hogar y que aunaron esfuerzos para hacer de la calidad de guardián, un privilegio y un honor paras las futuras generaciones. Cada llamado, cada cena, cada anécdota compartida, representan un eslabón fundamental en la vida de aquel que se hace llamar bombero.

 

En la actualidad cuenta con dos dependencias, una equipada con cocina, baños y 8 camas disponibles. La otra dependencia cuenta con 4 camas y baño, En total, la guardia nocturna cuenta con una capacidad para 12 guardianes, dotación que permite distribuir el personal en las 3 piezas de material mayor. La Guardia Nocturna tiene voluntarios que todas las noches permanecen en ella, estando en ésta como “guardián permanente”, así como también hay voluntarios que optan por guardia rotatoria, haciendo turnos de 15 días. Los voluntarios designados para quedarse en las noches, corresponden a voluntarios activos, es decir que tengan menos de 15 años de servicio y que no estén haciendo vida de pareja, es decir, estando casados o conviviendo.