Ingresa a la Segunda Compañía el 17 de marzo de 1961. Abnegado, disciplinado y amigo de sus compañeros de Bomba.
Nació el 31 de marzo de 1940, tez morena, 1.81 mts. de estatura aproximadamente. Se desempeñaba como empleado en la industria Ferrobone. Alegre espontáneo y por sobre todo, excelente hijo y cariñoso hermano, solía siempre estar de buen humor y jugar con su hermana menor. Así mismo compartía sus días con su novia Patricia.
El incendio de Madreselvas, del 14 de diciembre de 1962, alejaría a Luis de los seres que mas amaba en el mundo. En el momento de la explosión de los tambores inflamables, Luis estaba en el lugar, cumpliendo con su trabajo de bombero de escalas, en la remoción de escombros, salió del lugar como una llama de fuego. Sus amigos que lo vieron todo envuelto en llamas, se arrojaron encima de él para sofocar su ardor. Fue llevado de urgencia a un Centro Asistencial, donde se le pronosticó quemaduras en el 75% de su cuerpo.
Pero la fortaleza de Luis era invencible, más tarde fue trasladado al Hospital Militar para su tratamiento de recuperación, junto a otro Voluntario Segundino Sergio Riquelme, quien había sufrido también quemaduras en un 90% de su cuerpo.
Luis estuvo internado casi 4 meses en el tratamiento de sus quemaduras, se estaba rehabilitando y su recuperación lenta y dolorosa, indicaba que muy luego estaría nuevamente junto a su familia, polola y amigos de bomba. Sin embargo Dios quiso lo contrario. El 1° de abril de 1963, al día siguiente de cumplir sus 23 años, Luis Bernardín Orellana partiría en compañía de sus hermanos segundinos caídos la fatídica noche del 14 de diciembre de 1962.
Inscribía su nombre en la inmortalidad.
«Las horas fueron largas y su vida fue tan corta como un sueño hermoso, inolvidable para quienes compartieron y vivieron a su lado».
En la foto se observa al intelectual y fundador del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa Sr. Alberto Ried Silva en el velorío, viviendo el dolor del martirio.
En recuerdo de su memoria, la Guardia Nocturna de la Segunda Compañía lleva su nombre. Luis, pertenecía a la Guardia nocturna cuando fueron despachados al incendio de Madreselvas. Una cama que al amanecer no había sido hecha.
Y ELLOS CUMPLIERON FIELMENTE NUESTRO LEMA…»LA VIDA POR LA HUMANIDAD»