Hace más de un año, y en búsqueda del profesionalismo y el buen servicio, nuestra unidad adquiría luego de un largo y esforzado proceso una nueva especialidad, pasando a sumar a sus más de ocho décadas de tradición en Hachas y Escalas, Salvamento y Rescate Vehicular, la acreditación y el reconocimiento por parte del Directorio del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa como una unidad especialista en Rescate Urbano.
Pero el sueño no quedaría solo en este reconocimiento; el casi perfecto porcentaje en la prueba final de acreditación (94.5%) nos obligaba como Compañía a no dormirnos en los laureles y seguir capacitándonos, entrenándonos permanentemente en nuestra nueva especialidad con el fin de otorgar un servicio de calidad a nuestra Comunidad y a donde la superioridad de la institución nos ordene asistir.
Así pues, y tal como en reiteradas ocasiones ha ocurrido, la Segunda Compañía se dio cita para una nueva “Activación de Rescate Urbano”, el Sábado 5 de Septiembre en las dependencias del Campo de Instrucción y Entrenamiento Bomberil (CIEB) de la Octava Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, “Bomba Peñalolén”.
En este campo de entrenamiento especializado en Rescate Urbano y Búsqueda y Rescate en Estructuras Colapsadas, más de 30 Segundinos al Mando de su Capitán Sr. Eduardo Gálvez Tobar (quien en esta oportunidad actuó como “comandante del incidente”) se enfrentaron a una simulación de un complejo rescate, en donde se encontraban posibles víctimas tanto en una estructura colapsada como en diversos lugares de alturas y accesos de variada complejidad.
Fue así que en una calurosa jornada invernal y durante más de 6 horas, los rescatistas se vieron enfrentados a un duro y agotador trabajo para localizar y extraer de manera segura a seis víctimas que se encontraban atrapadas producto de este colapso estructural en zonas como una torre de alta tensión, una estructura de más de tres pisos, bajo escombros, losas y un pozo de aproximadamente 4 metros. Para acceder a ellos se emplearon técnicas de rompimientos con las diversas herramientas con que contamos, trabajo con cuerdas y trípode, instalación y despliegue de una zona de logística y médico, así como también de un efectivo control de ingreso por parte de los voluntarios designados para tal trabajo.
Todo este trabajo se realizó bajo la coordinación y participación de la Oficialidad de mando en pleno de la Compañía, quienes dejando de lado sus diversos cargos pasaron a formar parte del trabajo como jefe de operaciones y jefes de equipos uno y dos, tal como lo dictan los procedimientos a los que se deben adecuar las unidades especialistas en esta materia.
Cabe destacar que nuestra Compañía se ha caracterizado por su compromiso constante con el servicio y la capacitación en todas las áreas del salvamento; como muestra, y relacionado con el Rescate Urbano, nuestra Unidad cuenta con casi la totalidad de su personal acreditados y vigentes como Rescatistas Urbanos ANB, 12 Técnicos BREC Nivel pesado, 7 rescatistas integrantes del Grupo USAR Del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa (de los cuales 3 pertenecen a la gerencia de éste) y dos Instructores Nacionales ANB de esta materia, siendo además un contenido de vital importancia dentro de la malla curricular de nuestros aspirantes así como en la que concierne al plan de capacitación anual.
Agradecimientos a Teniente Segundo, Alejandro Gutiérrez y Voluntaria María Fernanda Séyler.