El 2 de agosto de 1969,un grupo de Segundinos sentaba las bases de lo que sería el semillero de la Segunda Compañía, la Brigada Juvenil, que tomaría el nombre del más joven de nuestros mártires, fallecido 5 años antes en el trágico incendio de Madreselvas el 14 de diciembre de 1964, Sr. Jorge Batiste Aleu.
En la ceremonía realizada este 2 de agosto en el cuartel de la Segunda Compañía, contó con la presencia de nuestro Superintendente Denis Cohn Malschafsky, nuestros cuatro comandantes de la institución: José Figueroa Diaz, Sergio Sánchez Árias, Juan Quevedo Brugere y Alex Müller Fischer y el Secretario General, don Sergio Gallagher Godoy.
La compañía formó con un total de 75 voluntarios, al mando de su Capitán Oscar Vargas Höger.
La ceremonia se dio inicio con la formación de la compañía y brigada, en la cual se realizó el cambio de estandarte, siendo condecorado con la medalla de 50 años, impusto por el señor Superintendente y el señor Director de Compañía, señor Andres Soto Nuñez.
Ésta sesión solemnte fue presidida por nuestro Superintendente, Comandante, Director de Compañía, el señor Caṕitán de Compañía. Instructor Jéfe de la Brigada Juvenil: señor Hugo Guzmán, junto con el Capitán y el Secretario de la Brigada.
En esta sesión solemne, se dió lectura a la Memoria Anual y el Acta de Fundación de la Brigada Juvenil, tras lo cual, el instructor jéfe dió lectura a su discurso:
La temporalidad define la consistencia de una Institución, su gestión y su proyección.
Si hoy conmemoramos, con orgullo, el Cincuentenario de la Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu” de la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, es porque el tiempo la fundió como el hierro más sólido para que perseverara en medio siglo con su gesta de formación para jóvenes de impronta de servicio y compromiso. Si no fuese así, habría sucumbido al paso de los años.
Esta Brigada forma parte del grupo de instancias juveniles bomberiles que se gestó en la década de los sesenta del siglo pasado.
En esa época, existía al menos una decena de Brigadas Juveniles a lo largo del país, en varios Cuerpos de Bomberos. Saludamos a nuestras Brigadas hermanas, de la Quinta y Séptima de Ñuñoa, que son también Cincuentenarias y que marcaron un rumbo en aquella gesta. Saludamos especialmente al Voluntario Honorario de la Quinta Compañía, “Bomba Israel”, Eduardo Wurgaft Waisman, articulador del nacimiento de brigadas juveniles.
Hoy, a cinco décadas del surgimiento de estos destacamentos juveniles, en el país hay decenas de Brigadas, y varios cientos de brigadieres. Somos parte de este contingente acerado, místico, técnico y ético que cumple con el aprendizaje bomberil y se constituye en relevo de los Bomberos Voluntarios. Valoramos el esfuerzo de nuestra Institución por alentar a las Brigadas y el trabajo del Departamento de Brigadas Juveniles.
Nuestra Brigada puede llegar a cinco décadas de existencia por dos pilares fundamentales: la enseñanza técnica de nuestra especialidad bomberil, y la formación ética. Es la clave del Brigadier integral: asimilar lo técnico y lo valórico. No puede faltar alguno de esos pilares.
En este momento debemos recordar con emoción y gratitud a quienes dieron el paso para la fundación de la Brigada. Pensar que hace 50 años, en estas mismas horas, en este mismo Cuartel, Oficiales y Voluntarios constituyeron oficialmente nuestra Brigada. Recordar al entonces Director, Ricardo Seyler Urzúa, y al entonces Capitán, Manuel Fuentes Ramírez. Quién podría imaginar que cinco décadas después, estaríamos reunidos celebrando este aniversario y que varios de esos testigos de primera mano, estarían presentes, y fueran reconocidos.
Qué mayor orgullo, y al mismo tiempo carga de compromiso, que nuestra Brigada lleve el nombre del joven Mártir segundino, Jorge Batiste Aleu, convertido en símbolo para los jóvenes. Qué hermoso lema llevamos, que sintetiza lo que debe ser la Brigada: “Crecer y Servir”, creado por nuestro Voluntario Insigne, Manuel Oyanedel. Qué significativo mantener en nuestra memoria a Oficiales y Voluntarios que durante 50 años se desvivieron por desarrollar a esta instancia juvenil, sobre todo quienes fueron Instructores.
En este momento recordamos nuestras cotonas de goma, con esos botones de bronce amarrados con toscos alambres, los cascos tradicionales con el imborrable número dos, las botas de goma o los duros bototos, la toalla blanca como el alma bomberil, aquel modesto pero querido Cuartel de madera, los saltos a la lona de salvamento y las destrezas en escalas, el compañerismo fraternal y la pasión de soñar con ser Bombero.
Hoy mejoraron las condiciones. Pero el sueño y la pasión perduran en los nuevos jóvenes.
Los tiempos cambian. La sociedad cambia. La ciencia y la tecnología producen avances. Eso irradia la actividad de las Brigadas Juveniles. Digamos que los jóvenes brigadieres viven tiempos contemporáneos pero mantienen la tradición. Respetan y solidifican su Brigada en un cimiento que no se modifica: ser un espacio de preparación bomberil, de asimilación de valores y normativas institucionales, de una ética, de convivencia sana y comprometida, con disciplina consciente y con alegría de pertenecer a esta Institución. En los momentos que vivimos, gravita mucho que la Brigada otorgue un sentido de pertenencia colectivo a muchachos y muchachas, lejos del individualismo y el egoísmo.
Hoy, nuestra Brigada y todas las Brigadas, contribuyen al desarrollo de la juventud de este país, en un clima sano, atractivo y estimulante. Somos respuesta constructiva a los desafíos y realidades de la juventud de hoy, como lo fuimos ayer.
En estos Cincuenta años pasaron por la Brigada aproximadamente medio millar de jóvenes. Alrededor de 350 de ellos ingresaron a la Segunda Compañía. Decenas de ex Brigadieres llegaron a ser Oficiales Generales, de Comandancia y de la Compañía. Con orgullo decimos que un ex Brigadier de la Segunda fue Comandante del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa y muchos ocuparon y ocupan los cargos de Director, Capitán, Teniente, Ayudante, Maquinista, Secretario y Tesorero. En estas cinco décadas, en promedio, el 50% de la Compañía ha estado formada por ex Brigadieres, lo que indica que la Brigada cumple con ser semillero de Bomberos. Hay un grupo que partió a otros Cuerpos y allí también llegaron a ser Directores o Capitanes. En 18 mil 250 días, la Brigada totaliza casi 3 mil citaciones a Ejercicios, Sesiones, Academias Teóricas y otras actividades. Desde el 2017, se dio un paso, a instancias de una notable decisión del Directorio de nuestra Institución, de incorporar a mujeres a las Brigadas, como muestra de no discriminación, que nos fortalece aun más. Hoy, al conmemorar el Cincuentenario, tenemos un grupo activo y comprometido de Brigadieres, el Cuartel fue remodelado, contamos con buenos uniformes y adecuada logística administrativa, desarrollamos actividades de enseñanza bomberil y de doctrina institucional.
Queremos, por cierto, agradecer sinceramente, a madres, padres, abuelas, apoderados, familiares, que apoyan a los Brigadieres, y ayudan a nuestra Brigada. Ellos fueron y son nuestros principales aliados en la formación de estos jóvenes.
La Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu” ya tiene un hermoso pasado, un estimulante presente y un fructífero futuro.
Mil gracias a todas y todos los que contribuyeron a arribar a este Cincuentenario. Mil gracias a nuestra Segunda Compañía. Mil gracias a nuestro Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa. Mil gracias a las y los Brigadieres y a sus familias. Muchísimas gracias a quienes nos acompañaron en esta noche gloriosa.
Honor y logros a la “Jorge Batiste Aleu”.– Hugo Guzmán Rambaldi
Muchas gracias.
Trás la Sesión Solemne, los invitados se trasladaron al casino de la compañía, en donde se cantó el Cumpleaños Feliz a la brigada y se ofreció un cocktail de fraternidad a los presentes.
Felicidades a nuestros brigadieres, a todos quienes han sido miembros de este hermoso semillero.
Felices 50 años a la Brigada Juvenil.
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