Martires-Batiste-y-Guerrero

En recuerdo de los Mártires

Este 14 de diciembre se cumplen 62 años de la muerte en Acto de Servicio de los Mártires de la Institución, Sylvio Guerrero Mutinelli y Jorge Batiste Aleu, integrantes de la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa, “La Vida por la Humanidad”.

Ambos fallecieron al producirse una explosión en una fábrica en la calle Madreselvas, de la actual comuna de Macul, cuando se realizaban tareas de remoción de un Incendio declarado en ese lugar, el 14 de diciembre de 1962. A la alarma asistieron las siete Compañías que en esa fecha conformaban el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.

Guerrero Mutinelli y Batiste Aleu, murieron en el lugar, en los instantes de la explosión. Gravemente herido, el 1 de abril de 1963 fallecería el Voluntario Luis Bernardin Orellana, también de la Segunda Compañía, convirtiéndose en el tercer Mártir del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.

Sylvio Guerrero Mutinelli nació en Santiago, el 18 de enero de 1931, hijo de Absalón Guerrero y Lucía Mutinelli. Casado con Sonia, con quien tuvo una hija, Rossana. Trabajaba en la Imprenta de su padre como impresor. Tez morena, medía 1.68 y pesaba 66 kilos aproximadamente. Ingresó a la Segunda Compañía de Bomberos el 29 de Diciembre de 1952. Tenía 33 años al momento de su muerte. Actualmente, la Capitanía y la Guardia Nocturna de la Segunda Compañía llevan su nombre, al haber sido él Capitán e integrante de la Guardia.

Jorge Batiste Aleu Nació en Santiago el 12 de abril de 1945, hijo menor de la familia formada por Ramón Batiste Castellanos, Teresa Aleu Casas y su hermano Ramón Eduardo de 18 años, quien también era Voluntario de la Segunda Compañía. De 1.75 de estatura, personalidad serena y se distinguía por su espíritu de trabajo en la institución. Estudiaba el tercer año de humanidades en el Liceo 7 de Ñuñoa, su hobby eran los animales. En su casa tenía crianza de canarios y conejos. De escasos 17 años de edad y a un mes de su ingreso a la Compañía el 8 de noviembre de 1962, pasó a ser el Mártir más joven de los Cuerpos de Bomberos de Chile. Actualmente la Brigada Juvenil de la Segunda Compañía lleva su nombre

ceremonia-56-1

Emotiva y entusiasta celebración de los 91 años de la Segunda Compañía

Este 8 de diciembre de 2024 se celebró el 91 aniversario de la fundación de la Segunda Compañía, “La Vida por la Humanidad”, del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.

Las actividades comenzaron el sábado 7 de diciembre con el tradicional “esperando el ocho”, en que decenas de segundinas y segundinos participaron en una convivencia, con asado, bebestibles, música y buena conversación, para a las cero horas hacer sonar las sirenas de  los Carros y salir al frontis del Cuartel y, como es tradicional, darse el abrazo segundino entre Voluntarios y Voluntarias, celebrando otro feliz cumpleaños de la Segunda Compañía.

El domingo 8 de diciembre, fecha tradicional y fundamental en la historia segundina, se realizó la Sesión Solemne por los 91 años, presidida por el Director, Cristóbal Morales Ravest y al mando del Capitán, Raymi Ugas Ayala, y que se inició con la colocación de una ofrenda floral en la Piedra de los Mártires, Sylvio Guerrero Mutinelli, Jorge Batiste Aleu, Luis Bernardin Orellana y Jorge Dzazópulos Elgueta.

Luego de la Sesión Solemne hubo un coctel de camaradería en que participaron familiares de miembros de la Compañía, integrantes de la Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu” y Oficiales y Voluntarias y Voluntarios.

Como es costumbre, se leyó el Acta de Fundación de la Segunda Compañía, lectura que hizo un Voluntario de último ingreso, en este caso, Mario Torrejón.

En la actividad oficial se hicieron entrega de premios y reconocimientos. Con alegría y un alto reconocimiento se otorgó el Premio por 65 Años de Servicio al Voluntario Honorario y Miembro Honorario de la Institución, Héctor Moncada, el cual le fue entregado en su domicilio en la comuna de Algarrobo durante la semana anterior a la Sesión Solemne. El Consejero de Disciplina, Julio Morales Marengo, se hizo acreedor del Premio por 45 Años de Servicio. Un momento emotivo fue la entrega del Premio por 30 Años de Servicio al Voluntario Honorario Esteban Tejo Cavalieri, quien de esta manera pasará a ser Miembro Honorario del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa. El 4º Comandante, Oscar Vargas Höger, y el Capitán, Raymi Ugas Ayala, recibieron el Premio por 20 Años de Servicio. También por 20 años, Teniente 2º Israel Valdés Lara, la Consejera de Disciplina Saida Pollak Donoso, y los Voluntarios Esaú Otero Reyes y Javier Lobo Boric.

Recibieron sus Premios por 15 Años de Servicio y pasan a ser Voluntarios Honorarios, el Tesorero, Gastón Sandoval Jara, el Ayudante General Ignacio Pacheco López, y los Voluntarios Miguel Hernández y Felipe Soto Vásquez. Premio por 10 Años de Servicio lo recibieron la Ayudante General, Jeannette Tapia Retamal, Maquinista Natalia Lee Ríos, Voluntaria Pamela Tapia Retamal, y Voluntario Esteban Troncoso Vilches. Por 5 Años de Servicio recibieron sus Premios las Ayudantes Catalina Silva Campos y Javiera Innocenti Burgos, los Voluntarios Vicente Meza Sepúlveda, Matías Beltrán Cornejo, Tomás Zavala Herrera y Voluntaria Daniela de la Cerda Paredes.

Hubo entrega de otros premios. Al Equipo de Voluntarios Honorarios, al mando del Teniente 1º Felipe Olguín Baeza, por ganar la Competencia Interna “Guardia Nocturna Luis Bernardin Orellana”; al Mejor Subidor, recibido por el Voluntario Honorario Diego Acuña Gómez; Premio de Asistencia “Capitán Manuel Fuentes Ramírez”, fue obtenido por el Capitán, Raymi Ugas y el Premio de Asistencia de Honorarios, obtenido por el Voluntario Honorario, Esaú Otero. El segundo Premio de Asistencia fue para el Voluntario Vicente Romo y el tercer Premio de Asistencia para la Ayudante Catalina Silva. El segundo premio de Mejor Subidor fue para el Teniente Sergio Reyes y el tercer premio de Mejor Subidor para el Voluntario Felipe Gálvez.

Por el 91 aniversario llegaron las cartas, a nombre del Cuerpo, del Superintendente Gabriel Moya y el Secretario General, Roberto Sepúlveda, de las otras 10 Compañías del CBÑ y de la Unidad Simbólica “Director Honorario Heberto Valencia Guevara”.

En la actividad, el Secretario de la Compañía, Marco Subercaseaux, leyó la Memoria Anual, y el Director, Cristóbal Morales, hizo referencia a la historia y la mirada de futuro de la Segunda Compañía.

Como siempre, al pasar lista y evocar la historia segundina, hubo un homenaje a los Mártires Sylvio Guerrero Mutinelli, Jorge Batiste Aleu, Luis Bernardin Orellana y Jorfe Dzazópulos Elgueta.

WhatsApp-Image-2024-11-18-at-10.58.38

Competencia Interna 2024

Equipo de Voluntarios Honorarios ganó Competencia Interna “Luis Bernardin Orellana”

El pasado 17 de noviembre se efectuó la tradicional Competencia Interna “Guardia Nocturna Luis Bernardin Orellana”, de la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa, con una alta y destacada participación de Oficiales y Voluntarias y Voluntarios.

La competencia lleva el nombre del Mártir Luis Bernardin Orellana y contempla la participación de dos equipos, uno de los Voluntarios Honorarios y otro de los Voluntarios Activos.En base a los tiempos registrados se decretó ganador al equipo de los Voluntarios Honorarios, liderado por el Teniente Primero, Felipe Olguín Baeza. La Capitanía, a través de una Orden del Día, expresó “sus más sinceras felicitaciones por el éxito alcanzado a los Oficiales y Voluntarios integrantes del equipo ganador de nuestra Competencia Interna “Guardia Nocturna Luis Bernardin Orellana” quienes demostraron un alto grado de preparación y destreza”.

WhatsApp-Image-2024-09-09-at-10.50.19

Recordatorio del Mártir Jorge Dzazópulos Elgueta

El domingo 8 de septiembre de este 2024, se efectuó el Acto Recordatorio del Mártir Jorge Dzazópulos Elgueta, en el 51 aniversario de su muerte en Acto del Servicio, en igual fecha del año 1973.

La Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa (CBÑ) formó en pleno en el acto de conmemoración del trágico fallecimiento de su Mártir, al mando del Capitán Raymi Ugas Ayala. La actividad se desarrolló en la Sala de Máquinas de la Compañía, que lleva el nombre de Jorge Dzazópulos Elgueta, ya que el Bombero sufrió en ese lugar un accidente que le costó la vida, cuando se dirigía el Carroportaescalas a una alarma.

En el Acto Recordatorio estuvieron presentes el Director Honorario del CBÑ, Milton Rozas Sarfaty, el Director de la Segunda Compañía, Cristóbal Morales Ravest, el Secretario General del CBÑ, Roberto Sepúlveda Toro, el 2ºComandante, Alex Müller Fischer, y el 4ºComandante, Oscar Vargas Höger.

Al iniciarse la actividad, con la Segunda Compañía formada, se colocó una ofrenda floral frente a la Piedra de los Mártires en la entrada del Cuartel y se hizo el tradicional pase de lista a quienes entregaron su vida al servicio bomberil y de la comunidad: Sylvio Guerrero Mutinelli, Jorge Batiste Aleu, Luis Bernardin Orellana y Jorge Dzazópulos Elgueta.

Ya en la Sala de Máquinas Jorge Dzazópulos Elgueta, hicieron uso de la palabra el Director Honorio Milton Rozas y el Director de la Compañía, Cristóbal Morales, quienes resaltaron los atributos, compromiso y valentía del Mártir caído el 8 de septiembre de 1973, destacaron el sentido y valor de la actividad bomberil, y se refirieron a la situación del accidente que provocó la caída en Acto del Servicio de Dzazópulos Elgueta.

El día anterior a esta ceremonia, también en el sentido de rendir honor al Mártir Segundino y recordar su historia y compromiso, la Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu” realizó una actividad de recuerdo de Jorge Dzazópulos Elgueta.

A continuación, las palabras del Director Honorario, Milton Rozas Sarfaty:

“Debemos remontarnos a 1973, un año complejo, donde se temió mucho por la independencia del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa. Ese año, recién en el mes de julio, fui electo Vicesuperintendente, cuando un siete de septiembre se declara una alarma y en un minuto nos cambia la historia, nos vemos afectados ante una nueva pérdida.

Al salir de la Sala de Máquinas a Llamado en Macul con Los Plátanos, el Voluntario Jorge Dzazópulos Elgueta, con poco más de un año de antigüedad, sufre un accidente al salir el Carro y fallece, posteriormente, convirtiéndose en el Cuarto Mártir del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa y de la Segunda Compañía.

Han pasado 51 años desde entonces y henos aquí, frente a un cuadro de un hombre y un nombre, que ha desafiado su existencia, el transcurso del tiempo y el olvido.

Hoy estamos los Bomberos para rendir un homenaje a este joven Voluntario que desde hace 51 años es un ejemplo del bomberismo voluntario. El sacrificio de su vida ha abierto los grandes caminos de los principios y valores de los Bomberos que con su sacrificio nos ha iluminado. Estamos hablando del sacrificio de un joven Voluntario que partió en la Guardia Nocturna y terminó en la Sala de Máquinas, en la plenitud de su vida.

Trato de encontrar una explicación lógica y me encuentro en una situación inexplicable, pero hay una luz que representa la esperanza, la fe y el compromiso que la sangre de este joven Voluntario jamás será olvidada, y debería ser la guía permanente de los Voluntarios que componen nuestra Institución, mirando siempre la proyección hacia el futuro.

Las personas que amamos no mueren porque siguen viviendo en el recuerdo de su generación, pero hay quienes son inmortales, son los Mártires, pues ellos viven más allá de su generación, más allá de nuestra Institución.

Son pocos los Mártires del Cuerpo de Bomberos y estoy cierto, son hitos para Chile, que vivirán más allá de sus instituciones y más allá de nuestra época. Estos Mártires serán antorchas que mostrarán a las generaciones futuras que el ciudadano es capaz de ir al holocausto, por sus semejantes.

Los Bomberos lo forman personas y su historia hay que leerla a la luz de cada momento. Nuestros Mártires son sagrados, Jorge Dzazópulos es uno de ellos. A los Mártires y a Jorge en particular, no se les analiza, solo se les venera. El Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa y su Segunda Compañía, hoy y siempre, lo vamos a venerar. Jorge Dzazópulos Elgueta, Mártir de nuestra Institución, te venero”.

Nota del Equipo Bomba2.cl

WhatsApp-Image-2024-08-02-at-18.39.39-1

Los 55 años de la Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu

Fue un día emotivo, alegre, intenso. Para algunos, algo inimaginable. Para otros muchos, un sueño que podía cumplirse. La Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu” de la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuño arribó a sus 55 años de vida ininterrumpida. Fue fundada el 2 de agosto de 1969. Ya supera con creces el medio siglo de existencia.

La celebración se efectuó el sábado 3 de agosto en el Cuartel de la Segunda. Formó la Compañía y la Brigada, hubo una ofrenda floral colocada en la Piedra de los Mártires, se realizó el “Paso de Brigadier a Voluntario”, se realizó una Sesión Solemne y luego un coctel.

La ofrenda floral fue colocada por un exbrigadier y actual Voluntario Honorario (Hugo Guzmán), y un Brigadier (Vicente Sandoval). La Brigadier Matilda Gutiérrez hizo su paso simbólico a Voluntaria, subiendo por una figura de escalas Pirámide, después de entregar su uniforme de Brigada y recibiendo, de manos de su madre, el uniforme de la Compañía.

La ceremonia fue presidida por el Director de la Segunda, Cristóbal Morales y contó con la presencia del 2° Comandante, Alex Müller (A cargo del Departamento de Brigadas Juveniles del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa), del 4° Comandante, Oscar Vargas, del Inspector de Brigadas Juveniles, Sergio Yantén, Instructores Jefes y Capitanes de las Brigadas Juveniles del CBÑ y el Instructor Jefe y la Capitán de la Brigada Juvenil de la Décima Compañía, “Bomba España”, del Cuerpo de Bomberos de Santiago. Al mando de la Segunda Compañía estuvo el Capitán Raymi Ugaz y de la Brigada Juvenil, el Instructor Jefe, Israel Lara.

En la Sesión Solemne por los 55 años de “La Batiste”, se dio lectura al saludo del Superintendente, Gabriel Moya, se leyó el Acta de Fundación, la Memoria Anual y se hizo entrega de Premios y Reconocimientos.

El Premio al Mejor Brigadier, elegido entre sus pares, recayó en Diego Campos; Mejor Subidor, Trinidad Salfate; Mejor Asistencia, Trinidad Salfate; Segunda Mejor Asistencia, Diego Campos y Valentina Salfate; Excelencia Académica de Enseñanza Básica, Cristóbal Cifuentes y Excelencia Académica Enseñanza Media, Belén Alviña.

Se realizó, como en años pasados, un Concurso Literario por los 55 años de la Brigada, y resultó ganadora con su texto, Isidora Guerra. Hubo menciones honrosas para Vicente Sandoval y Lukas Silva.

Durante el coctel, donde compartieron Brigadieres, Voluntarios, familiares e invitados, se exhibió un video con testimonios de exbrigadieres, entrevistados por actuales Brigadieres, se cantó el cumpleaños feliz a “La Batiste” y se vivió un momento de fraternidad y recuerdos.

ae8a8789-7d3d-4467-bc7d-c68aaf21525a

90 años de la Guardia Nocturna “Luis Bernardin Orellana”

Nota del Equipo Bomba2.cl

El sábado 27 de julio se celebraron los 90 años de existencia de la Guardia Nocturna “Luis Bernardin Orellana” de la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa. De acuerdo a documentos históricos y oficiales, desde el año 1934 que funcionaba una Guardia Nocturna en las antiguas dependencias del Cuartel de calle Luis Beltrán 1919, que albergaba a la Primera y Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa.

La Segunda Compañía formó en la Sala de Máquinas “Jorge Dzazópulos Elgueta”, a la entrada de la Guardia, que lleva el nombre del Mártir Luis Bernardin Orellana quien, precisamente, fue guardián nocturno en un período de su vida bomberil.

La actividad fue encabezada por el Director de la Compañía, Cristóbal Morales Ravest, al mando del Capitán, Raymi Ugaz Ayala. Como el inicio de la Guardia estuvo ligado a la Primera Compañía, fueron invitados especialmente el Director de esa unidad bomberil, Diego Ruíz Muñoz, y el Capitán, Ignacio Cid Navarrete. Entre ambas Compañías hubo un intercambio de recuerdos por la fecha. Estuvo presente el 4º Comandante, Oscar Vargas Höger.

El Consejero de Disciplina y durante varios años guardián nocturno, Julio Morales Marengo, desarrolló un discurso contando parte de la historia de la Guardia Nocturna “Luis Bernardin Orellana” y alentando a su reforzamiento, y también dirigió unas palabras relevando su función, el actual Jefe de Guardia, Teniente 2º Ricardo González Alvear.

La actividad se produjo en un ambiente emotivo y constituyó otro espacio de rescate de la historia de la Segunda Compañía y, en particular, de recuerdo de tantos Bomberos Voluntarios que durante nueve décadas pasaron por la Guardia Nocturna “Luis Bernardin Orellana”.

WhatsApp Image 2024-06-30 at 22.38.47

Dia del Bombero

Emotiva celebración del Día del Bombero

La familia segundina tuvo una significativa, emotiva y alegre celebración del Día del Bombero, este 30 de junio de 2024.

En ese marco, desde las 10:00 horas de ese día comenzaron a llegar al Cuartel de la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa niñas y niños junto a sus papás y mamás, jóvenes y vecinos, para visitar las dependencias bomberiles, conocer los Carros Portaescalas y Telescópica, admirar reliquias y patrimonio, conocer la solemne Sala de Sesiones y conocer algo de la historia y la misión de las y los segundinos de boca de Voluntarios y Voluntarias.

A las 12:30 horas se realizó una Sesión Extraordinaria de la Compañía en el marco del Día del Bombero donde, junto con pasar lista a los Mártires, se guardó un minuto de silencio en memoria del Voluntario de la Décima Compañía del CBÑ, Álvaro Améstica Suazo, recientemente fallecido. En la Sesión, presidida por el Director, Cristóbal Morales Ravest, participaron Oficiales, Voluntarios y Voluntarias y familiares invitados a esta jornada bomberil.

En la oportunidad el Voluntario Honorario, Alberto Sepúlveda Neira, efectuó una exposición sobre el origen y significado del Día del Bombero, leyendo un importante texto de Enrique Mac-Iver y el ser Bombero. Hubo un recuerdo de antiguos Bomberos segundinos y su influencia y aporte al crecimiento de la Segunda Compañía, sus tradiciones e historia.

En la oportunidad hubo reconocimientos, que incluyeron significativas y certeras palabras de la Pro-Secretaria Pamela Tapia Retamal, por Años de Servicio. Especial momento se vivió cuando se saludaron los 70 años de Bombero segundino de don Manuel Rodríguez Rodríguez, Primera Antigüedad de la Compañía. Fue significativo el reconocimiento por 60 años al Miembro Honorario de la Institución, Raúl Flores Fernández. Por 50 años hubo un reconocimiento al Miembro Honorario de la Institución, Julián Seyler Dorotea. Por 45 años de servicio recibió el saludo y reconocimiento el doctor Ricardo Lillo Gante. Por 30 años,  los Voluntarios Honorarios Henry Ortíz Grandón, Alberto Sepúlveda Neira, Cristian Reyes Peña y Raúl Pizarro Flores. Por 25 años, el Voluntario Honorario José Miguel Abudinel Butto. Por 20 años, el Voluntario Honorario Álvaro Monares Guajardo. El Voluntario Sebastián Mena Igor recibió su premio por 5 años de servicio. En tanto, el Voluntario Honorario, Sergio Escudero Castro, recibió el Premio de Asistencia de Honorarios.

Posteriormente, y para celebrar el Día del Bombero, se compartió un grato y delicioso almuerzo en el Cuartel, donde compartieron Bomberas y Bomberos junto a sus familiares.

segunda cia director y premiados 2024

Segundinos premiados por Años de Servicio y conmemoración de 91 años del CBÑ

El pasado sábado 1 de junio se realizó el desfile institucional por los 91 años de existencia del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa (CBÑ) y la Sesión Solemne de entrega de Premios por Años de Servicio. La Institución fue fundada el 27 de mayo de 1933.
Las 11 Compañías del CBÑ participaron en el desfile al mando de sus Capitanes. Se realizó la tradicional ceremonia de colocación de ofrenda floral por parte del Superintendente, Gabriel Moya Venegas, y el Comandante, Juan Quevedo Brugere, en el monumento de la institución, en honor a los Mártires y Fundadores, en la intersección de avenidas Irarrázaval y José Pedro Alessandri. Luego se desfiló por Irarrázaval hasta el Liceo Manuel de Salas (donde se realizaría la entrega de premios), rindiendo honores a las autoridades civiles, bomberiles, policiales y militares, instaladas en la Plaza Ñuñoa. También desfilaron las Brigadas Juveniles del CBÑ. Durante estas actividades, ciudadanas y ciudadanos, familias y vecinos, dieron muestras de reconocimiento y cariño hacia Bomberas y Bomberos.

La ceremonia de entrega de premios por Años de Servicio se efectuó en el Aula Magna del Liceo Manuel de Salas, con la presencia del Directorio del CBÑ, las alcaldesas Emilia Ríos Saavedra y Carolina Leitao Álvarez-Salamanca, de Ñuñoa y Peñalolén, respectivamente, el alcalde de la Florida, Rodolfo Carter Fernández, representantes de los alcaldes de Macul y La Reina, autoridades de Bomberos, Carabineros, PDI y Fuerzas Armadas. La Sesión fue presidida por el Superintendente Gabriel Moya.
El secretario general, Roberto Sepúlveda Toro hizo lectura de la Memoria Anual, apoyado por imágenes en grandes pantallas, en una síntesis de los momentos gravitantes del último año en el CBÑ. Hubo un sentido homenaje a los Bomberos fallecidos en el último año y en un momento emotivo y lleno de simbolismo, se hizo un homenaje a la trayectoria del Director Honorario y ex Superintendente, Milton Rozas Sarfaty, quien recibió la Medalla al Mérito del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa.

En la oportunidad, al igual que Voluntarias y Voluntarios de las 11 Compañías del CBÑ, Bomberas y Bomberos de la Segunda Compañía, “La Vida por la Humanidad”, recibieron sus premios por Años de Servicio.

Fue emotiva la entrega de la piocha por 70 Años de Servicio, al Voluntario Honorario y Miembro Honorario de la Institución, Manuel Rodríguez Rodríguez.
Los Voluntarios Honorarios de la Segunda y Miembros Honorarios del CBÑ, Raúl Flores Fernández, Luis Fernández Alvear y Germán Salazar Fernández recibieron sus premios por 60, 55 y 40 años de servicios respectivamente.

Los Voluntarios Honorarios Raúl Pizarro Flores, Cristian Reyes Piña y Alberto Sepúlveda Neira, recibieron su premio por 30 años de servicios. En tanto, el Consejero de Gestión y Reglamento, Hugo Guzmán Rambaldi, la Ayudante General, María Paz Campos Vásquez, y el Voluntarios Honorario, José Ruíz Montengro, recibieron la Medalla Municipal de Ñuñoa por 25 años de servicio.
Por 20 años de servicios, recibieron su reconocimiento la Ayudante General, Liliana Pintanel Horta, y los Voluntarios Honorarios Álvaro Monares Guajardo y Andrés Gantes Garrido. Por 15 años de servicio, el Tesorero Gastón Sandoval Jara, y el Ayudante General, Ignacio Pacheco López.

El Voluntario Honorario Basilio Lobos Medina, y el Voluntario Esteban Troncoso Vilches, recibieron su premio por 10 años de servicio. La Ayudante Catalina Silva Campos, por 5 años de servicio, al igual que el Voluntario Esteban Vilches Mancilla.

Bomberas y Bomberos de la Segunda Compañía, junto a su Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu”, realizaron una actividad fraterna y alegre en el Cuartel después del desfile y ceremonia, para celebrar los 91 años del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa y felicitar a las segundinas y segundinos que recibieron premios. En cuanto a la Segunda Compañía, en toda la jornada estuvieron al frente de la unidad bomberil el Director, Cristóbal Morales Ravest y el Capitán Raymi Ugas Ayala.

tito_1

Una conversación con “Tito” Moncada

Fue una conversación amena y antesala de otra más larga. Llena de historias, si se considera que Héctor Moncada está por cumplir 70 años de Bombero. Precisamente este 16 de septiembre de 2021, se le entregará en una actividad virtual (siguen los efectos y cuidados de la pandemia del Covid-19), sus premios por 55 y 60 años de servicio. Para él, es “llegar a la cúspide de ser Bombero”.

Un tragahumo segundino que se incorporó a la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa el 16 de agosto de 1952. Conocido por sus pares como “Tito” Moncada, hoy es la tercera antigüedad y tiene encima muchos episodios vividos en casi siete décadas de Bombero. La conversación fue fluida, vía celular, él habitando en la comuna de El Quisco, aunque, como confiesa, siempre conectado con la Bomba.

Cuenta que vivía cerca de un Cuartel de Bomberos y ese fue su primer acercamiento y su primera motivación para convertirse en Voluntario. De pequeño y adolescente concurrió a observar el trabajo de Bomberos. Hasta que llegó al antiguo Cuartel de la Segunda, en calle Luis Beltrán, y comenzó su lazo con la Compañía. Más tarde, ya instalados los segundinos en la avenida Antonio Varas, y a instancias del entonces Voluntario Juan Borroye, Moncada ingresó a la Segunda.

“De la Compañía me atrajo su mística, el deseo de servir a los demás, el encontrar compañerismo y amistades, y ser Bombero fue un incentivo de mi vida. Recuerdo a muchos que estuvieron desde esos años, la mayoría ya partió y siempre está mi recuerdo hacia ellos”, indica.

Entre varios momentos, recuerda la entrevista que hace años le hicimos para el tradicional Boletín “Alerta” de la Segunda, y donde ya contaba muchas historias de la Compañía.

La intensa y alegre vida de Cuartel

Consultado sobre sus inicios y desarrollo en la Compañía, Héctor “Tito” Moncada narra: “Mi vida de Bombero en la Segunda fue mi vida. Matinée, vermouth y noche. Logré tener independencia económica y siempre en la mañana pasaba al Cuartel, al mediodía pasaba a almorzar, y cuando terminaba mis labores, en la tarde, me iba a la Bomba. Disfrutaba reunirme con mis compañeros de Bomba, compartir el almuerzo, tomar once, conversar. Y salía a los Llamados, a los Incendios. Pasaba mucho tiempo en el Cuartel y por eso me gané Premios de Asistencia, en 1953 y 1954”.

Cuenta que “la vida de Cuartel era intensa, entretenida. Recuerdo el año 52, a inicios de los cincuenta, que nos juntábamos los Voluntarios de la Primera y de la Segunda, porque estaban juntas las dos Compañías, y jugábamos cacho, dominó, se comía, se tomaban unos traguitos, se conversaba, lo pasábamos bien. Había una convivencia grande, mucha amistad. Bueno, la vida hizo que muchas cosas cambiaran, pero creo que esa experiencia de compartir en el Cuartel es algo que debe preservarse”.  

Años en que se produjeron los Incendios en barracas, casonas, inmuebles públicos, y en las primeras fábricas de Ñuñoa, que abarcaba más territorio que hoy.

En el relato surge un aspecto que se define a los Bomberos segundinos, sobre todo los antiguos, los de los inicios, en su entrega por el desarrollo de la Compañía. “Te voy a contar algo”, dice. “Nos reuníamos en la Bomba y hacíamos trabajos por el Cuartel, por la Compañía. Como fue construir el segundo piso, eso que se disfruta ahora. Eso era un entretecho, nada más, que se transformó en una cabaña, que la construimos nosotros. Y en esa cabaña -cuenta con nostalgia y orgullo- teníamos una salamandra, con carboncito, estaba el casino, pusimos mesas y sillas, y nos juntábamos todos los días a conversar, a jugar cacho, dominó, damas, a hacer competencias de ajedrez y ludo, esos juegos de salón de la época, y después vino el pool. Alrededor de todo eso estaba la buena comida, el buen trago, el buen pasar y el buen amigo. Siempre listos para salir a un Llamado. Para nosotros eso era lo más importante, estar dispuestos a ir a los Incendios, a servir a la comunidad, a cumplir con lo que nos habíamos comprometido”. 

Moncada habla de amistades construidas, inquebrantables, bomberiles. “Cuando había alguien que estaba enfermo o tenía algún problema, estábamos con ellos, apoyábamos, los visitábamos y dábamos el aliento necesario para seguir luchando en la vida”.

“Lo más triste y duro”

Consultado sobre el momento más triste, más amargo vivido en la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa, no duda en afirmar: “Lo más triste y duro es el recuerdo del Incendio de calle Madreselvas, es el haber perdido a mi compañero de Bomba, de farras, de conversas, de tantos momentos compartidos, Silvio Guerrero Mutinelli, que murió en esa ocasión y que constituyó el momento más triste de mi historia en la Compañía”.

Todos quienes conocen de la vida de Cuartel y de amistades creadas en la Segunda, saben que Silvio Guerrero y Héctor Moncada eran grandes amigos. Compartían horas en la Guardia Nocturna, combates de Incendios, tertulias en el Cuartel y salidas a pasarlo bien en boliches de Ñuñoa y Santiago. Por cierto, junto a otros segundinos. 

Sobre el 14 de diciembre de 1962, fecha en que cayeron en cumplimiento del deber Silvio Guerrero Mutinelli y Jorge Batiste Aleu, “Tito” Moncada apunta: “Ese día estábamos en el Cuartel Silvio Guerrero, Raúl Guerrero y yo, estábamos programando un viaje a ver a unas niñas fuera de Santiago. En un momento nos retiramos Raúl y yo, nos fuimos caminando y pasamos por un restaurante en Irarrázaval, que se llamaba El Bohemio. Nos estábamos tomando unas cervezas, y pasa un Voluntario de la Primera, (Federico) Goldschmidt, y nos dice que hay Incendio. Tomamos mi auto y partimos al Incendio en calle Madreselvas. Yo en ese momento no era Voluntario porque había renunciado, pero estaba en contacto permanente con la Compañía y me veía con mis amigos y fui al Incendio. Llegamos y después de un rato se acercó Raúl, a quien se le llenaron las botas de solventes y de unos líquidos, agarré una manguera de una casa y le lavé los pies. Estábamos en eso cuando se produjo la tragedia. Me acerqué a la industria donde estaba el siniestro, y vi a Manuel Fuentes (quien fuera Capitán y Voluntario Honorario) que venía mal herido, lo tomé, lo metí dentro de mi auto, y lo llevé a la Posta Central, donde lo dejé. Volví al Incendio y me encontré con la tragedia y el dolor. Vi a Silvio que estaba tendido encima de una escala de techo, tapado con una lona de esas que usábamos para los Incendios. Todo fue terrible”.

Hay un recorte de un diario (encuadrado en una pared en el Cuartel) donde se ve a Héctor Moncada, su rostro lleno de tristeza, a un lado del féretro con los restos de Guerrero Mutinelli. Nunca olvidó a su amigo. La vida bomberil prosiguió. Moncada estuvo un tiempo en la Séptima Compañía del Cuerpo de Bomberos de Santiago, pero luego regresó. “Yo siempre tuve mi corazón en la Segunda, es mi casa donde nací como Bombero”.

Un tragahumo de siempre

Fue un tragahumo de muchos años, y no hace aspaviento de ello. Lo asume con humildad. “Tengo grabados muchos Incendios, rescates -dice-,pero a esta altura de la vida, y que sigo siendo Voluntario por el cordón umbilical con la Segunda que es Raúl Flores (Voluntario Honorario), que me ha llamado toda la vida, sigo pendiente de lo que hace la Segunda y cómo trabaja. Bueno, recuerdo muchos Incendios, y al final es lo que uno aprende de ser Bombero”. 

Hay actuales y ex segundinos que visitamos a Moncada en su hogar de El Quisco. Son momentos gratos, de esparcimiento, de recuerdos. Surge el cariño. Hace un par de semanas hubo un encuentro recreativo en la parcela de Vicente “Vicho” Appas, un ex Voluntario, donde fueron muchos que conocen hace años a “Tito” Moncada, y él concurrió, desde El Quisco. Sobre ese encuentro, el Voluntario Honorario indica: “Te voy a decir que cuando me reuní con ustedes hace poco, unos que siguen siendo Bomberos y otros que no, sentí una emoción enorme porque encontré gente que ya no son Voluntarios, pero ahí estaban, junto a nosotros que somos Voluntarios, y encontré que eso es una maravilla, porque el hombre que estuvo en la Bomba nunca dejará de ser Bombero, y ellos hicieron una entrega y esa entrega hay que reconocerla”. 

“La pelee” por la Brigada Juvenil

Muchos de los que llagamos de once o doce años de edad a la Segunda, buscando ingresar a la Brigada Juvenil “Jorge Batiste Aleu”, tenemos el recuerdo de Moncada sentado en el casino, en esa acogedora cabaña, llena de madera, tradición y armonía, donde se pasaron momentos alegres, memorables. Y su conversación, sus bromas, sus consejos y el apoyo a los Brigadieres estuvieron latentes. Él tiene sus recuerdos de la Brigada, como muchos antiguos segundinos.

“La Brigada Juvenil empezó a funcionar sin estar fundada legítimamente, funcionaba antes que se formalizara, porque iban los chiquillos al Cuartel, eran inquietos. Yo la recuerdo con cariño”, sostiene. 

En la conversación le llega un recuerdo específico. “Tú fuiste Instructor Jefe de la Brigada varias veces, cuando cabro fuiste Capitán de la Brigada, y recuerdo que en dos o tres oportunidades me llamaste y me dijiste, Tito, tengo problemas, se accidentó un Brigadier, porque hacían buenos ejercicios, y me acuerdo que desde el aeropuerto de Pudahuel partí a buscarlos para llevar al cabro a la Posta”.

Añade que “siempre estuve apoyando a la Brigada, en las sesiones, cuando todavía no se fundaba, siempre reclamé para que reconociéramos a la Brigada, decía que teníamos que darle un respaldo, no podíamos tenerla en el aire. Así que fui un hincha acérrimo de la Brigada, no siendo uno de los fundadores, pero la pelee por ellos, tal como lo hizo el Director Ricardo Seyler”. Sin duda un ejemplo para seguir bregando por la “Jorge Batiste Aleu”.

“Las nuevas generaciones han sabido cumplir”

Consultado sobre cómo mira hoy a la Segunda, va directo a lo que acontece y entrega su mirada de los nuevos tiempos. “Cuando supe que estaba listo el nuevo Carro (la nueva M-2), lo que dije fue ¡Grande Segunda!”.

Y continúa: “Las nuevas generaciones han sabido cumplir. Creo que con eso está todo dicho. Una alegría enorme. Saber que la Compañía sigue funcionado después de tantos años, mucho más de cualquier cosa que pudieron pensar o imaginar los Fundadores o aquellos que eran Voluntarios cuando ingresé en 1952, como Enrique Guerra o Jorge Vélez. Nunca soñaron lo que el Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa iba a ser y mucho menos lo que la Segunda lograría ser. Claro, esos hombres construyeron y siguen construyendo. Ahora construyen las nuevas generaciones”.

Una conversación que, al final de cuentas, en efecto, une el hilo de generaciones en la Segunda Compañía de Bomberos de Ñuñoa, a través de este Bombero Insigne que en este mes de septiembre recibirá sus premios por 55 y 60 años de servicio.

jorge

48º aniversario de conmemoración a Jorge Dzazópulos

Las y los segundinos nos reunimos en este sagrado y emotivo rito de recordar y homenajear a nuestro Mártir, Jorge Dzazópulos Elgueta, fallecido en cumplimiento del deber bomberil en las primeras horas del 8 de septiembre de 1973.

Sabemos que el Bombero Mártir sufrió un grave accidente el 7 de septiembre de 1973, en la Sala de Máquinas del Cuartel, que hoy lleva honrosamente su nombre. Accidente del cual fueron testigos varios Voluntarios y el entonces Cuartelero Adolfo Guiñez, quienes quedaron profundamente afectados por el dramático episodio. Otro Cuartelero, Eliecer Pizarro, salió raudo en la entonces ambulancia bomberil, el carro “Mario Larena las Casas”, llevando a Dzazópulos a la Posta Central, donde fallecería a pesar de los esfuerzos médicos y de la ayuda de los segundinos donando sangre.

Si se me permite una mirada personal, en esa fecha ocupaba el cargo de Capitán de la Brigada Juvenil, que lleva el nombre de otro joven Mártir, Jorge Batiste Aleu, y pude constatar la desazón de la familia segundina, formada Compañía y Brigada frente al Cuartel, acompañados por las entonces siete Compañías del Cuerpo de Bomberos de Ñuñoa, y decenas de Compañías de Bomberos de varias regiones del país, desfilando cientos de Bomberos hacia el Cementerio General, acompañando a su última morada a Jorge Dzazópulos Elgueta.

Nuestro Mártir llevaba menos de dos años de Bombero, habiendo ingresado a las filas segundinas el 4 de diciembre de 1972, otorgándosele la Placa 2/29 y sus prendas de cargo. Fue electo Pro Secretario, despuntando como posible buen oficial. Se integró en 1973 a la Guardia Nocturna “Luis Bernardin Orellana”, con compromiso y sin excusa ni queja, para cumplir un rol que debe enorgullecer a toda segundina y todo segundino, el ser guardián nocturno.

Desde su incorporación y más aún después de su fallecimiento, la familia Dzazópulos pasó a ser parte de la historia de la Segunda Compañía. Supimos del cariño de su madre, doña Sara Elgueta, de su padre, don Nicolás, y de sus hermanos Alexandro y Juan. No pasa desapercibido que Nicolás y Alexandro Dzazópulos, siguiendo la huella de honor y compromiso de su hijo y hermano, respectivamente, integraron las filas de la Segunda Compañía.

Cuando recordamos y homenajeamos a Jorge Dzazópulos Elgueta a 48 años de su trágica muerte, recurrimos a su ejemplo y los valores que trazan el deber ser del Bombero y la Bombera, especialmente de las y los segundinos.

El nombre del Mártir está inscrito en piedra y bronce, en el inolvidable homenaje. También está inscrito en el alma y el pensamiento en el inolvidable ejemplo.

El carácter de un Bombero perfila su característica. Jorge Dzazópulos era un muchacho noble, sencillo, cordial, caballero, estudioso, dispuesto a servir con voluntad y disciplina, sin ambiciones mezquinas. Él se consagró a aquella frase de nuestro compromiso al ingresar a la Bomba, de dejar fuera los egoísmos y las pasiones.

Por ello, nuestro mejor homenaje y recuerdo a nuestro Mártir es emular su carácter para aquilatar su característica de ser Bombero. 

Es decir, que cada día breguemos por la existencia entre nosotros de la sencillez, la nobleza, la cordialidad, dejando fuera ambiciones personalistas, para construir todas y todos juntos la historia de la Segunda. También seguir su ejemplo de entrega inquebrantable al servicio bomberil en beneficio de la comunidad.

Que las legítimas diferencias que puedan existir, sirvan para construir y no para deconstruir. Que la experiencia de los más antiguos y el ímpetu de los más jóvenes, se complementen al servicio de la causa común. Que la preparación técnica como profesionales de la emergencia, vaya acompañada de la formación ética y en las normativas institucionales. Que no exista ningún tipo de discriminación etaria, de género, social o de otro tipo.

Todo eso, en la nobleza y compromiso que nos legó nuestro Mártir Jorge Dzazópulos Elgueta, para ser dignos representantes de su ejemplo.

Enarbolar el lema de “La Vida por la Humanidad” no sólo en la disposición de entregar lo más preciado en el cumplimiento del deber, sino a lo largo de la trayectoria de cada segundina y segundino acondicionándose para el servicio y asimilando los valores bomberiles.

Que en el homenaje a nuestros cuatro Mártires, Silvio Guerrero Mutinelli, Jorge Batiste Aleu, Luis Bernardin Orellana y Jorge Dzazópulos Elgueta, superemos el fatalismo y la fatiga, para estar siempre en disposición de aportar y colaborar donde sea necesario, con entusiasmo, optimismo y alegría, y en estar siempre alertas para concurrir al llamado de emergencia y servir como nos comprometidos, sin desmayo ni excusa.

Honor y Gloria a Jorge Dzazópulos Elgueta en el 48 aniversario de su fallecimiento.

Muchas gracias.